No pidas el cielo
Que el premio sea atractivo no significa que tu público hará las mil maravillas para acceder al sorteo. Pide que realicen una acción acorde con el valor del premio. Por ejemplo, si estás sorteando una cena para dos en tu restaurante, pide una acción fácil como registrarse en la aplicación o hacer un “like” o un comentario si es un sorteo sobre una publicación de Facebook.
Si se trata de un viaje o un premio de alto valor, puedes pedir un esfuerzo superior al participante, como por ejemplo, subir una foto o redactar un relato o anécdota. Aún así, ten en cuenta el “momento del usuario“: es ese momento clave en el que el usuario llega a la promoción y lee las instrucciones para participar. En ese instante, debe tener a mano lo que necesita para registrarse, o lo dejará para más tarde y puede ser que no vuelva. ¡Usuario perdido! ¿Cómo aprovechar ese mágico momento en el que el usuario se plantea participar? Pídele algo que pueda obtener ahí mismo: una selfie, una foto de verano con sus amigos, su look más fiestero… Fotos, vídeos o recuerdos que pueda explicar de forma fácil y rápida en ese momento.
Otra forma de pedir un esfuerzo al participante es rellenar una encuesta o un cuestionario, como este ejemplo de Renfe con la Oficina de Turismo de Aix-en-Provence. En la parte final, pide conseguir que dos amigos también participen en la promoción (con la funcionalidad de “Reclutadores”). Esto permite difundir la promoción con la ayuda de todos los participantes, y conseguir un mayor alcance de la acción.
Que sea al menos para dos
Tanto las experiencias (que un 25% de los usuarios encuestados consideran el premio más atractivo para participar en una promoción), como las entradas a conciertos, obras de teatro y eventos (lo más atractivo para un 12%), son premios que son valorados siempre que el regalo sea para al menos dos personas. ¿Te imaginas ir a un balneario solo? ¿O a visitar una ciudad sin tu pareja o tus amigos? Para la mayoría de la gente, el premio tiene valor si se puede compartir y/o disfrutar con alguien más, y por eso es muy recomendable presentar el premio en formato doble o para un grupo de “x” personas.
Déjalo claro en la imagen principal, el título y las bases legales. También en la difusión de la promoción. A parte de eliminar una barrera de participación, es una característica de valor añadido que da atractivo a la promoción. No sólo estás ofreciendo la posibilidad de ganar un premio, sino de poderlo disfrutar en compañía. Y esto siempre es un plus para que la experiencia sea más deseada y los participantes se impliquen más.
Limita la promoción a tu público objetivo
La característica implícita de todas las experiencias es que se viven, se disfrutan en directo y en un lugar en concreto. Por eso, en las promociones en las que el regalo es una experiencia, es muy importante tener en cuenta esta premisa y utilizarla para limitar tu público objetivo. Selecciona una experiencia que motive a todo tu público objetivo, y así evitarás incidencias como:
- Seleccionar un ganador que vive en un lugar lejano y que no puede aceptar el premio.
- Gestionar quejas de los usuarios o ganadores porque no se incluye el transporte hasta el lugar donde se realiza la actividad, visita o cena.
- Tener quejas del cliente por conseguir una base de datos demasiado dispar en cuanto a región.
Para ello, ten en cuenta opciones como:
- Filtrar la visualización de la promoción por país para que sólo puedan participar aquellos usuarios que tienen accesible el premio.
- Acotar la difusión de la promoción al target que te interesa, y que vive en la zona geográfica que tienes establecida como prioritaria.
- Señalar en la descripción, las bases legales y el formulario de registro en qué zona deben residir los participantes para que puedan optar al premio.
Trabaja bien las Bases Legales
Redacta las condiciones y características del premio con precisión, para que todos los participantes sean conscientes de qué incluye. Evita sortear grandes experiencias (como viajes) si no incluyen gastos elevados como el alojamiento y la manutención, puesto que genera un coste no previsto para los ganadores que puede desmotivar a una parte importante de los participantes. Cuanto más preciso seas en lo que incluye, más información tendrá el usuario para decidirse o no a participar:
Da la información más relevante sobre el premio de forma visible, en la descripción o la imagen principal, para que el participante sea consciente desde el principio:
Otra opción para que la experiencia encaje y satisfaga al público objetivo es regalar experiencias elegibles. Es el caso de las cajas o packs de experiencias, con las que se ofertan actividades diversas en varias zonas geográficas, de forma que el premiado puede escoger entre toda la oferta según lo que más le interese. Es una opción utilizada cuando el público geográfico es amplio y diverso. Además, los packs de experiencias a regalar pueden ser temáticos según el target al cual se dirige la promoción. Por ejemplo, packs de experiencias familiares o para niños si nos dirigimos a una audiencia de padres y madres con un producto cuyo consumidor final son los niños.
Si ya tienes decidido el premio ideal que motivará a tu público objetivo, empieza ahora a configurar tu promoción. ¡La primera en la versión Básica es gratis!
